La instalación de sistemas de gestión del agua que controlen y regulen el uso del agua es otra técnica para reducir el desperdicio de agua en los espacios públicos. En lugar de tirar de la cadena del urinario después de cada uso, independientemente de si es necesario o no, un sistema de sensores inteligentes puede detectar cuándo se está utilizando el urinario y tirar de la cadena automáticamente con una pequeña cantidad de agua. El dispositivo también puede identificar instantáneamente problemas como fugas, lo que permite al personal de mantenimiento tomar medidas inmediatas para detener el desperdicio de agua.
Además, difundir la conciencia sobre el valor de la conservación del agua y ofrecer orientación sobre cómo hacerlo en espacios públicos puede ayudar a optimizar el uso del agua. Por ejemplo, colocar avisos en los baños y otros espacios públicos instando a los usuarios a cerrar los grifos cuando no los utilicen y a denunciar las fugas puede ayudar a reducir el consumo innecesario de agua.
En general, mejorar el uso del agua en los espacios públicos es esencial para ahorrar costos y lograr un desarrollo sostenible, y existen numerosas técnicas y tecnologías disponibles para lograrlo.